Por Alfonso Rivera
EscribiendoCine.com-CorreCamara.com

Buenos Aires. Alex de la Iglesia estrena en Argentina “Las brujas de Zugarramurdi” (2013), una comedia de terror protagonizada por Carmen Maura, Terele Pavez y Hugo Silva. “Intento tener una visión del conflicto entre sexos y me pongo de parte del débil”, dice el director que proximamente rodará una película sobre el argentino Leonel Messi.

P: En los títulos iniciales de tu película aparecen mujeres célebres y poderosas como Greta Garbo, Margaret Thatcher y Angela Merkel. ¿Por qué?

Alex de la Iglesia: Es una declaración de intenciones. También aparecen otras a las que admiro mucho, como Frida Kahlo o Simone de Beauvoir, pero se trata de hablar de mujeres que generan respeto, fascinación y también miedo, como todo lo bueno.

P: ¿Provocando un poco?

AI: Creo que ya hay mucha gente que se dedica a la corrección política. Es buscar también tu hueco y tu manera de ser: ya hay otra gente que hace lo que hay que hacer. Además, el público te pide esto: si haces otra cosa, parece que estás renunciando a ti mismo. Yo soy un tipo sencillo y tranquilo, pero mis películas no. Mi obligación es hacer las películas que me apetecen.

P: ¿Y de dónde surgen tus films: del estómago, el corazón o el cerebro?

AI: Creo que hay bastante estómago, pero también, pese a lo que parecen, son películas muy pensadas.

P: Quizás algún sector te pueda acusar de misógino por este retrato que haces de mujeres tan manipuladoras…

AI: No acepto ese adjetivo, prefiero usar el término misantropía. Sencillamente, intento tener una visión del conflicto entre sexos y me pongo de parte del débil.

P: ¿Cuál ha sido la secuencia de acción más complicada de “Las brujas”: el atraco inicial o el aquelarre final?

AI: La última, sin duda: nos ha llevado año y medio de trabajo. Rodamos cinco días en la cueva, pero el montaje (teníamos muchas cámaras) y los efectos especiales fueron muy complicados: es lo más difícil que he rodado nunca. Para conseguirlo, hemos sustituido presupuesto por sudor: había equipos en Madrid, Barcelona, Miami y Los Ángeles. Ha sido un gran esfuerzo, la única manera de sacarlo adelante. El presupuesto total ha sido de cinco millones de euros, de los cuales el cinco por ciento es participación francesa.

P: ¿Concebís tu cine como desmesura, diversión y fiesta, aunque hables de temas serios?

AI: Sí, creo que la diversión forma parte de mi discurso y no puedo desprenderme de ello. Me gusta que sea así; es la manera más generosa de hablar de lo que me interesa.

P: ¿Sigues pensando que hay que cambiar el modelo del cine?

AI: Todos nos estamos dando cuenta de ello. La cosa está cambiando y los estudios tienen que reaccionar. Necesitamos un cambio de estructura rápido, antes de que solamente se hagan películas de bajo costo o superproducciones. Y las redes sociales son esenciales en el nuevo modelo.

P: Tus películas se estrenan en muchos países. ¿Cuáles son las reacciones del público ante tu humor?

AI: En Filadelfia me hicieron una retrospectiva con fanáticos que conocían hasta mi corto Mirindas asesinas. Y en Tokio, donde controlan de todo, conocen el cine español y europeo. Entienden el humor bastante bien; yo creo que cuanto más localista es una película, más se disfruta. Estamos acostumbrados al localismo americano, con sus chistes sobre Times Square y los bares que les gustan, que muchos no pillamos. Ellos se dedican a su mundo, por eso deberíamos tener la obligación de contar dónde y cómo vivimos: eso en el extranjero lo agradecen. En este sentido, Pedro Almodóvar ha sido muy listo: se ha centrado en su mundo y así ha conseguido ser internacional.

P: ¿En que vas a trabajar ahora?

AI: Se trata de un documental, un encargo, sobre el jugador de Barcelona Leo Messi, que estará listo en mayo de 2014.