Redacción. El director tapatío Celso García regresó al Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) con su ópera prima “La delgada línea amarilla”, una road movie que explora un lado más frágil y sensible del hombre mexicano.
La historia es protagonizada por los actores Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Silverio Palacios, Gustavo Sánchez Parra y el joven Américo Hollander, quienes disfrutaron de un rodaje de casi siete semanas en San Luis Potosí.
“Se trata de una historia entrañable sobre personas que empiezan a conocerse a través del trabajo. Las intimidades de cada personaje se van descubriendo”, explicó en conferencia de prensa García, quien en 2006 presentó su multipremiado cortometraje “La leche y el agua”.
“La delgada línea amarilla” cuenta el viaje de cinco hombres que son contratados para pintar la línea divisoria de una carretera secundaria que conecta dos pueblos de México. A bordo de una vieja camioneta, inician el trabajo de más de doscientos kilómetros.
Sin buscarlo, con este viaje comprenderán que existe una delgada línea entre el bien y el mal, entre la risa y el llanto, entre la vida y la muerte. Es una anécdota plasmada de rectas, curvas y baches, como la vida misma.
“Quería contar una historia masculina, de hombres trabajadores. La idea surgió a partir de un viaje en carretera que hice a San Luis Potosí donde vi a un grupo que precisamente estaba pintando una línea amarilla. Quise saber qué había detrás de ellos”, dijo García.
Celso García destacó la importancia de reunir en su primera película a este talento, cuyo reto representaba interpretar papeles muy diferentes a los que habían hecho hasta ahora. “Fue un reto dramático hacer esta película pero por fortuna pudimos llevarlo a cabo gracias a este equipo”, comentó Joaquín Cosío, quien también estuvo presente en la rueda de prensa.
García recordó que si bien el clima tan extremo que vivieron durante el rodaje de este “road movie poco convencional” fue algo complicado para ellos, no lo fue así para la historia que necesitaba justamente de las condiciones que se viven en el desierto. “El clima nos trató mal a nosotros, pero bien a la película. Tuvimos mucha suerte”, agregó.
Finalmente, el también director del cortometraje “Pata de gallo” (2004), compartió su alegría de poder estrenar mundialmente su ópera prima en el Festival de Cine en Guadalajara, donde compite en dos secciones: Largometraje Iberoamericano de Ficción y Premio Mezcal, exclusiva para las películas mexicanas.
Desde un taller para apoyo de guión, a través del Estímulo a Creadores, es que “La delgada línea amarilla” cuenta con apoyo del Estado para su concebimiento. Se trató, de acuerdo a Celso García, de una de las etapas más difíciles en la producción del filme, cuya complejidad radica en lo sencilla que pareciera la historia.
El Instituto Mexicano de Cinematografía también respaldó este proyecto a través del FIDECINE (Fondo de Inversión y Estímulos al Cine) y el estímulo fiscal para contribuyentes, EFICINE, otorgado por el Artículo 189 de la Ley del Impuesto sobre la Renta.
El Gobierno del Estado de San Luis Potosí y los Estudios Churubusco también fueron partícipes en esta producción que tendrá una proyección especial dentro del ciclo del FICG “Cine incluyente”, dedicado a personas con discapacidades visuales y auditivas.
Dirección · Director Celso García Guion · Screenplay Celso García Fotografía · Cinematography Emiliano Villanueva Música · Music Daniel Zlotnik Sonido · Sound Gabriel Coll, Sergio Díaz Director de arte · Production designer Ariel Margolis Edición · Editor Jorge García Productor · Producer Bertha Navarro, Alejandro Springall Intérpretes · Cast Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Silverio Palacios, Gustavo Sánchez Parra, Américo Hollander.
Con información de Imcne