Por Hugo Lara Chávez
Desde Morelia

La nueva cinta de Julio Hernández Cordón ,“Te prometo anarquía”, un relato poderoso con el ambiente urbano de los jóvenes skaters (o patinetos), fue ovacionada durante la función de prensa en la quinta jornada de la competencia oficial del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) y se ubicó como una de las favoritas para obtener el premio principal. La otra película proyectada fue “Mientras la prisión exista”, opera prima de Nicolás Gutiérrez Wehnhammar que dejó más dudas que certezas.

“Te prometo anarquía” es un relato centrado en Miguel (Diego Calva), un joven de familia pudiente aficionado a la patineta y que tiene una estrecha amistad homosexual con Johnny (Eduardo Eliseo Martínez). Los dos jóvenes, junto con otro amigo, Gabriel, paramédico y extra de cine, hacen negocios con el tráfico clandestino de sangre, para lo cual reclutan a sus conocidos y gente que ubican en los barrios populares de la Ciudad de México por donde se mueven. Una de las transacciones queda en manos de Miguel pero a causa de su novatez es engañado por el dealer, David. Este incidente provoca una ruptura entre los tres amigos que determinan su futuro.

“Te prometo anarquía” es el quinto largometraje de Hernández Cordón, originario de Estados Unidos pero criado en Guatemala y México. El director ha ganado prestigio gracias a los premios de sus películas anteriores, especialmente con “Gasolina” (2008) y el documental “Las marimbas del infierno” (2010). Su apuesta ha sido la de un cine hecho con recursos mínimos, con personajes fuertes en ámbitos marginales, con un estilo narrativo desprovisto de lujos, contenido y de ritmo pausado. En estos proyectos, ha sido relevante su asociación con la fotógrafa María Secco, quien aporta mucho de la sobriedad y sensibilidad que caracteriza a sus imágenes.

El guión del propio Hernández tiene la virtud de mantener un tono adecuado a pesar de la truculencia de la trama y los complicados temas que aborda: el mundo callejero de los skaters, el caos de la ciudad, las relaciones homosexuales, el tráfico de sangre y de personas, el consumo de inhalantes, etcétera. El director administra su propuesta con frescura y humor, para convertir a sus protagonistas en seres empáticos a pesar de su perturbadora circunstancia, sin que los presente como bichos extravagantes, incluso a aquellos personajes secundarios que no son actores profesionales. Hernández logra transmitir a través de ellos conflictos profundamente humanos que logran conmover.

Adicionalmente, el director configura una banda sonora que le da mucha energía al relato y que alcanza momentos poéticos en la combinación con la fotografía de Secco.  Hay algunos baches de la historia, ciertos distractores que tienen qué ver con el embelesamiento del director por el entorno que está retratando, pero aun así, el filme mantiene suficiente consistencia hasta el final.

Por lo que respecta a “Mientras la prisión exista”, opera prima de Gutiérrez Wehnhammar, es una trama situada en Barcelona cuyo protagonista es el asmático Jan (Joan Florescu), carterista y miembro de una banda de trileros (timadores de juegos callejeros de apuestas) que opera en Las Ramblas. En una ocasión conoce a Mariela (Nuria Florensa), con quien inicia una relación amorosa que lo impulsa a cambiar de vida, pero las deudas que tiene con la mafia se oponen a ello.

Con una deuda directa al clásico “Pickpocket” (1959) de Robert Bresson, “Mientras la prisión exista”  es sobretodo un ejercicio estilístico del director de origen mexicano y formado en Cataluña, apoyado en la música de Jean Sibelius y la fotografía del propio Gutiérrez que captura el ambiente nocturno de Barcelona con una paleta de azules. Como sello de estilo, la cámara sigue recurrentemente por la espalda a su protagonista en cámara subjetiva, lo que en un momento dado se vuelve cansado. A ello se suman ciertas secuencias de corte documental, con testimonios de una prostituta o un policía que se integran forzadamente. El ritmo semilento y los pocos diálogos le dan un tono austero a la narración, que se alarga más de la cuenta a pesar de que por sí es muy corta, con 68 minutos. En realidad, es una película que bien podría ser un cortometraje, más compacto y eficaz.

En la foto: Erwin Jonathan Mora Alvarado, Julio Hernández Cordón,
Eduardo Martiínez Peña (Pelukaz), Diego Calva Herna?ndez (cortesía FICM)
 

Te prometo anarquía

Dirección: Hernández Cordón, JulioGuión: Hernández Cordón, JulioPaís: Alemania · MéxicoProducción: Cruz, Maximiliano | Gómez, SandraCompañía Productora: Interior XiiiFotografía: Secco, María JoséEdición: Claure, LenzSonido: de Icaza, Alex | Muñoz, Axel MishaelMúsica: Bandana, Jazz | Bongcam, Erick | Dury, Baxter | Galaxie | Los Estrambóticos | Three Souls in My Mind | Torres, AlbertoReparto: Calderón Rivera, Shvasti | Calva Hernández, Diego | Casanova Miralda, Gabriel | Martínez Peña, Eduardo (Pelukaz) | Milkman | Minter, Sarah | Moreno, Martha ClaudiaDirección de Arte: Medrano, María Elizabeth

 

Mientras la pasión exista

Dirección: Gutiérrez Wenhammar, NicolásGuión: Gutiérrez Wenhammar, NicolásPaís: España · MéxicoProducción: Gutiérrez Wenhammar, Nicolás | Morales Castañón, José JuliánCompañía Productora: Cauce Cine | Cine FronteraFotografía: Gutiérrez Wenhammar, NicolásEdición: Goethals, AnalíaSonido: Lozano, Diego | Meyer, Charlotte | Sonnery, AntoineReparto: Florensa, Núria | Florescu, Joan | Vidal, RogerDirección de Arte: Brestovitzky, Aitor

Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.