Redacción. Después de Agnès Varda en 2015, Clint Eastwood, Manoel de Oliveira, Woody Allen y Bernardo Bertolucci en los últimos años, se rendirá homenaje al actor francés Jean-Pierre Léaud durante el festival de Cannes, según informaron los organizadores a Corre Cámara. La Palma de Oro honorífica de la 69ª edición del Festival serán otorgados durante la ceremonia de clausura el domingo 22 de mayo.
Jean-Pierre Léaud es parte de las leyendas de Cannes. Fue descubierto por François Truffaut que lo convirtió en el joven héroe de su primera película, “Les 400 Coups” (Los 400 golpes) e hizo con el papel de Antoine Doinel su primera aparición en la Croisette en 1959 como un muchacho extrovertido, rebelde de 14 años de edad. Su espontaneidad era representativo del viento de libertad que la nueva ola francesa llevó al cine. Ese mismo personaje lo interpretaría en otras estapas de su vida, siempre en filmes dirigidos por François Truffaut, ex crítico de cine que pasó a la realización y volvió a Léaud en su actor fetiche. Como Antoine Doinel, Léaud y Truffaut filmaron “Antoine et Colette” (Antoine y Colette) (1962), “Baisers volés” (Besos robados) (1968), “Domicilio conyugal” (cama y comida) (1970) y “L’Amour en fuite” (amor a la carrera) (1979).
Sobre la importancia de Jean-Pierre Léaud / Antoine Doinel en “Los 400 golpes”, el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante escribió un artículo titulado “la breve vida feliz de François Truffaut”:
“Vi Los 400 golpes, primero que nadie en Cuba, en Acapulco, México, como jurado del Festival de Festivales. Todavía recuerdo lo que escribí sobre ella:
“Todavía recuerdo cuando hace un año y medio Francois Truffaut no fue invitado al Festival de Cannes (temían sus críticas, duras, terribles) y cómo escribió sobre ello en el periódico Arts. Al año siguiente – cosa curiosa- Truffaut era la máxima figura de Cannes y no hubo más remedio que darle un premio por su filme ‘Los 400 golpes’.
“En Acapulco, asqueado por la política de los festivales no voté a ‘Los 400 golpes’ como la mejor película sino a Buñuel y a Nazarín. No me arrepiento de ese voto porque no hubo en Cuba, a pesar de las presiones políticas, mejor defensor de Los 400 golpes que yo. Así hablaba, así:
“Se detiene, mira atrás (al pasado o al público) y una vista fija inmoviliza su huída, su rostro, su vida, mientras el tema de Doinel suena nostálgico, tierno y aparece la palabra FIN… Pocas veces el cine ha sacado menos elementos de su arsenal técnico – un dolly de la cámara de cinco minutos, más una vista fija- y ha obtenido mejores resultados… Calvert Casey dijo a la salida: ‘Es terriblemente desoladora’… ¿Qué más dec ir? Lo que dije cuando vi el filme en México… cuando le escribí al difunto Ricardo Vigón diciéndole: ‘Es una obra maestra y curiosamente no lo parece’. Los 400 golpes es el cine del futuro. Mientras se anticipa es necesario gozar su delicada belleza, su tenue poesía, su lívida candidez: éste también puede ser el último cine”.
Una vez más, Corre Cámara hará una cobertura completa del certamen francés con artículos exclusivos de nuestro colaborador Jean-Pierre García.
FOTO: Jean-Pierre Léaud en Cannes – 1959 (© AFP) y 2009 (© Anne-Christine Poujoulat / AFP)
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