Por Jean-Pierre Garcia
Desde Cannes
A finales de los años cincuenta, Francia esté en medio de sus guerras coloniales, pues después de los vietnamitas, los argelinos combaten por su independencia. En este contexto se enmarca una contrariada historia de amor que conduce a la joven Gabriela a casarse para escapar de su familia campesina y conservadora. Nicole Garcia, actriz y directora reconocida, es la responsable de “Mal de Pierres” (“Mal de piedras”, Francia, 2016), una gran película sobre el deseo y el amor desde un punto de vista femenino, que participa en la competencia oficial del Festival de Cannes.
Gabriela, para escapar de su madre que la cree loca y está a punto de encerrarla en un psiquiátrico, acepta casarse con José, un español fugitivo del franquismo después de la derrota republicana. Este silencioso hombre acepta que su mujer no lo quiera verdaderamente y le niegue su amor. Un día, este frágil matrimonio lleva a Lyon (centro de Francia) a su hijo de 15 años a un concurso de música clásica. En la ciudad, Gabriela se encuentra con la calle adonde vivía un hombre que fue el amor de su vida. Empieza un flash-back en que Gabriela cuenta su historia.
En esta película de pasión y deseos, Nicole Garcia maneja muy bien el arte del flash-back, un recurso clásico pero no tan fácil de lograr. Lo más importante de la vida secreta de Gabriela cabe en una historia de amor que nos lleva a Suiza a donde ella, ya casada, viaja a curarse de piedras (cálculos) en los riñones. En este hotel lindo y lleno de enfermos, va a encontrarse con un hombre herido por la guerra en Vietnam, un hombre con quien inicia una gran historia de amor imposible. Gabriela se convence que es este hombre quien la dejó embarazada y es el padre de su hijo único
Pero los secretos se tienen que aclarar y los amores no son siempre tan conformes a lo que uno se imagina. La película resulta muy luminosa bajo el sol del sur de Francia, pintura y drama mediterráneo (a la vez) son bien manejados por esta directora y actriz con raíces teatrales y cinematográficas, que maneja muy bien la dirección de actores, así sean los papeles protagónicos o simplemente secundarios, se trate de Marion Cotillard (Gabriela), de Alex Brendemulh (brillante actor catalán) o de Louis Garrel. También Brigitte Rouan (en el papel de la madre) nos da una interpretación que va mas allá de lo que implica el guión.
Nicole Garcia, nacida en Argelia, es una de las cineastas que logra dar vida y luz a estos paisajes que salen tan estereotipados en muchas producciones francesas. En esto Nicole nos confirma que es una maestra. Maneja muy bien el universo femenino con sus pasiones y deseos, con sus secretos también.
Como lo precisa la directora : « Todos los personajes femeninos de mis películas tienen más o menos que ver con Marilyn. Siempre pensé en una imagen de Marilyn con un niño : una imagen extraña y casi escandalosa. Con la fragilidad psicológica suya, no se puede imaginarla como madre. Así que los personajes de mujeres en mis películas son ambivalentes: llevan al mismo tiempo caras luminosas y partes oscuras, muy secretas ».
No puedo de mencionar tampoco para ser justo, en esta historia de amor, la «Barcarola de Junio» de Piotr Tchaïkovski. Aquel « mal de piedras » resulta exitoso y de gran sobriedad a la vez.