Por Jean-Pierre Garcia
Desde Cannes
No todas las Julietas irán al paraíso de las obras maestras, aunque tengan el espíritu del melodrama clásico. “Julieta”, la última película de Pedro Almodóvar, no dejará recuerdos inolvidables, tiene muchas cualidades pero le falta algo que le permita apasionar sin reparos.
Julieta está a punto de dejar Madrid para instalarse de modo definitivo en Portugal. Pero de modo extraño para su pareja, decide quedarse y mudarse de casa. Pronto sabemos que todo esto está ligado a la desaparición de su hija desde hace más de quince años. Empieza entonces un largo flashback a través de lo que ella escribe (en forma de carta) sobre su juventud, su hija y la muerte de su esposo.
Se trata aquí de amor, de amor maternal y de dolor frente al abandono o a la muerte del ser querido. Tanto lo que ella dice y lo que esconde, constituyen la trama y el motor dramático de la historia de “Julieta”.
El melodrama al final es bastante complicado y mezcla mucho tipos de historias, abre puertas que quizá pudieran dar pistas sobre los personajes. Pero no basta y las puertas de la película quedan cerradas o no lo suficientemente abiertas. Los personajes (incluida Julieta) no están desarrollados con plenitud y tocan mucho, sino al estereotipo, por lo menos al cliché. El personaje del padre de Julieta, con su historia de amor tardío con una joven marroquí (y el hijo que tiene a los sesenta años), no sirve de nada y parece que debería ser más detallado. Y esta sensación se repite a lo largo de la película.
Pero a su favor tiene contar con buenos actores. Que maestría en las idas y vueltas de un momento a otro de la vida de Julieta: Emma Suárez y Adriana Ugarte son maravillosas, sin olvidar a Rossy de Palma, siempre un amor de mujer tan mala.
Si la vida fuera únicamente clichés, esta película sería perfecta. Pero Almodóvar nos ha acostumbrado a mucho mejor cine. Le faltan insolencia y lágrimas, peleas y abrazos apasionados para que la historia de la “Julieta” de Almodóvar sea atractiva y fuerte.
Esperamos que la próxima vez, el gran Pedro sepa darnos los sueños y las emociones suyas, para que gocemos de su gran cine.
Les actrices de Julieta © L. Laumont / FDC