Por Lorena Loeza 

¡Oídme X-Men! ¡Ya no soy la mujer que conocisteis! ¡Soy fuego y vida encarnada! Ahora y siempre…¡soy Fénix!  Jean Grey al emerger de la Bahía de Jamaica.  

La  noticia acerca de que Disney había comprado Marvel Entertainment, generó comentarios variados tanto entre los “comiqueros” como en los amantes de las historias rosas. 

El acuerdo de fusión, anunciado el 31 de agosto del 2009, establece que Disney pagará los propietarios de Marvel cerca de 4000 millones de dólares, es decir que Disney se convierte en  propietario de los derechos de mitos del cómic como Iron Man, Spider Man, Capitán América y hasta 5.000 personajes más. 

Las consecuencias de esta fusión (¿o absorción?) pueden tener repercusiones de muchos tipos, algunos que surgen cuando uno piensa en el trabajo que han desarrollado ambas empresas es a la drástica comparación  en lo que a contenidos y técnicas de animación se refiere. 

Los fans de los cómics y del universo Marvel no parecen estar contentos con la noticia, ya que cualquier alteración a la esencia, propósito u origen  de los muchos hijos de  Stan Lee, es poco menos que un sacrilegio para los verdaderos fans. Sin embargo, la ámpula que ha levantado el tema ha dejado un poco de lado una cuestión importante: ¿cómo congeniar visiones de género tan opuestas -en lo que a la idea de la mujer se refiere- que manejan ambas compañías?  

Si, quizás suena algo ocioso. Pero a mí me cuesta trabajo entender – más allá del negocio por supuesto- cómo es que Disney pensará congeniar su imagen y contenidos alrededor de las princesas teniendo enfrente  a las heroínas y villanas Marvel. Es un asunto que va más allá de la apariencia: atrás de estos estereotipos están concepciones totalmente diferentes de la esencia de lo femenino. 

Para empezar, está la imagen física. Marvel nos ha presentado mujeres voluptuosas y sensuales, que no temen usar la seducción como arma de ataque. Las princesas son mujeres recatadas a las cuales la belleza solo les sirve para atrapar un príncipe. Bueno, también  para seducir enanos, ratoncillos, peces, cangrejos cantores y otras figuras menores. No les funciona mucho con las antagónicas: brujas malvadas que – por supuesto- son feas la mayoría de ella.  

En otras palabras, las mujeres hermosas en Disney, son siempre – a no querer-  las buenas del cuento. Las malas, las que se atreven a sentir envidia, celos, codicia, deseos de venganza, son brujas horrendas que a la larga acabarán mal. En Marvel por el contrario, la belleza no va aparejada a la condición  moral: es tan hermosa una villana como una heroína.  Y en realidad el deseo de hacer  el bien no siempre es producto de una reflexión sobre la virtud. Estar de un lado o de otro puede deberse a situaciones circunstanciales e igualmente enfermizas. 

Por otra parte, las mujeres en Marvel no se detienen ante nada, ya sean villanas o heroínas. Las princesas usan los momentos de agobio para enaltecer sus virtudes. Hacen del sufrimiento una victimización, mientras que para las otras, es el alimento de su ira y coraje. 

Pero además de ello, hay que decir que en general, las heroínas de Marvel no son las figuras centrales de los cómics en general. En Marvel, las figuras principales son masculinas, dejando a las mujeres roles secundarios en su mayoría. Las mujeres normales pueden enamorar a un superhéroe al mejor estilo romántico, pero las X – Men, o la mujer invisible,  deben lidiar con ganarse el respeto de sus compañeros al formar parte de equipos con muy baja cuota de género. 

De hecho, es de llamar la atención que en las historias llevadas a la pantalla grande, inspiradas en los cómics de Marvel, ninguna mujer sea la figura central como heroína, debiendo conformarse con un papel complementario para que la labor de equipo resulte exitosa. Hasta ahora parte de las multimillonarias ganancias generadas en taquilla por las versiones fìlmicas de las estrellas Marvel, están Spiderman (con tres entregas y un próximo reinicio), Iron Man (con dos entregas), Los Cuatro Fantásticos (con dos entregas), X Men (con tres entregas), Wolverine y Hulk con dos versiones que no son secuelas. Este año se espera el estreno de Thor,  y con ello la puerta queda abierta para una película sobre The avengers (Hulk, Iron Man, Thor, y el Capitán América). Ninguna mujer, como podrán ver.  

Ese es quizás el único punto a favor de Disney: ocuparse de que sean mujeres los personajes centrales de las historias, aún y con todos los “peros” que ya hemos expuesto.  

Es probable que la estrategia sea separar los mercados de consumo en este rubro en los que son para niños y los que son para niñas. Estos estereotipos de los niños superhéroes y las niñas princesas no son más que formas poco realistas de entender las cuestiones de género en el mundo real, y si esa es la intención, resulta muy cuestionable en ambos casos. 

En el caso de las mujeres, por lo pronto la conclusión es que hay mujeres que salvan y otras que esperan sentadas (o dormidas o semimuertas) que alguien las salve.  Y menudo trabajo tiene Disney para no mandar mensajes contradictorios en este sentido, ahora que trabajará con los creativos de Marvel. Finalmente, es verdad que para todo hay gustos: Hay  quien sueña con ser feliz para siempre y las doradas letras de “The End”…y hay quien sabe que mientras estemos vivos, esta historia continuará….