Eugenio Caballero presenta a concurso "Aloft" de Claudia Llosa en la Berlinale
Mexicanos por el mundo
Por El More
Desde Berlín
Una de las cosas más interesantes de los festivales de cine y de como los cineastas mexicanos se ven involucrados en ellos es el hecho de que hacer una película significa siempre un trabajo colectivo.
Así, las líneas que escribo hoy están dedicadas a un co-nacional que, lejos del glamour de la dirección o la actuación, se ha convertido en un trotamundos mexicano con la bandera de la dirección de arte (diseño de producción dirían en otras latitudes) como oficio.
Me refiero al talentoso y multi premiado Eugenio Caballero que, más allá de reconocimiento y fiestas de etiqueta, ha sabido construir una carrera más que interesante colaborando con autores de la talla de Jim Jarmusch, Guillermo del Toro, Floria Sigismondi, Juan Antonio Bayona o Sebastián Cordero.
El siguiente paso en esa brillante trayectoria se presentó ayer a concurso en Berlín materializado en "Aloft", tercer largometraje de la realizadora peruana Claudia Llosa.
Poseedora de un estilo personal y una voz propia, Llosa que ya ganó el premio principal de este festival hace cuatro años con "La teta asustada", regresa al Berlinale Palast ante la expectación que genera la vuelta del hijo pródigo.
Lejos de su Perú natal y ya sin la presencia de su actriz fetiche y brillante descubrimiento (la impresionante Magaly Soler que encarnó a "Madeinusa" y Fausta en sus películas previas) Llosa se interna con éxito y solvencia en territorios nuevos e inhóspitos.
El escenario es el norte de Canadá donde el clima es terrible y la naturaleza abrumadora. En lugar de la querida Magaly aparecen dos actrices que, también a fuerza de trabajo, constancia e inteligencia se han labrado un nombre: Jennifer Connely y Mélanie Laurent.
Junto a ellas, y al una vez más cuidadoso y preciso trabajo de Caballero que consigue que todo lo que aparece en cuadro aparente ser "de verdad", Llosa consigue nuevamente una película poderosa y conmovedora.
Lo mismo en el granero donde el personaje protagónico masculino (Iván) cuida de sus halcones que en el extraño domo de paja y ramas donde un curandero recibe a los enfermos directora y diseñador de producción construyen un universo que resulta al mismo tiempo verosímil y mágico. Real y metafísico.
Al final del viaje interior de los personajes que buscan, entre muchas otras cosas respuestas y redención, los intereses y preguntas que se hace Llosa en esta cinta no parecen muy distintos por más que cambie el paisaje. Siguen ahí la fe y la necesidad de creer en algo como motor y el choque eterno entre lo racional y lo místico como pulsiones de vida.
Lo que es un hecho es que con "Aloft" Llosa consigue un nuevo éxito independientemente de que pudiera ganar de nuevo la Berlinale o algún otro premio. Tiene un nuevo socio creativo en Eugenio Caballero y, el buen cine y las personas talentosas, no saben de nacionalidad.
Por aquí nos seguimos leyendo.
@elmoremoreno
Eugenio Caballero. Foto de archivo de CorreCamara
