Ecos del Festival de Zacatecas
Por Hugo Lara
Desde Zacatecas
Pocas ciudades como la ciudad de Zacatecas
pueden presumir de tener una agenda cultural tan variada e intensa a lo
largo del año. Por eso, el Festival de Cine Fronteras Migranes, que
este año apenas cumplió su segunda edición, vino a cubrir uno de los
escasos huecos que aún tenía la vida cultural en esa ciudad de
impresionante arquitectura colonial.
El
domingo pasado concluyó el II Festival de Cine, que comprendió una
muestra de 17 largometrajes y 40 cortos, la exhibición en espacios
abiertos —como la plaza principal de Fresnillo—; conferencias y
actividades académicas, un taller de guión con Xavier Robles y otro de
producción con el cineasta Alberto Cortés, un homenaje a la actriz Irma
Dorantes por sus 60 años de trayectoria y otros actos.
El
certamen fue inaugurado en el Teatro Calderón, la sede principal, con
la película mexicana Espiral, del director debutante Jorge Pérez Solano,
en la que tomaron parte el productor Roberto Fiesco y los actores Iazua
Larios, Xochi Quetzal Rodríguez, Noé Hernández, Harold Torres y
Leonardo Alonso, todos ellos asistentes a la gala de inauguración.
Es
un filme de buena factura, bien resuelto visual y narrativamente,
aunque se nota en ciertos momentos la inexperiencia del director.
Espiral es producida por el Centro Universitario de Estudios
Cinematográficos y trata el tema de las comunidades oaxaqueñas que
quedan habitados principalmente por mujeres, niños y viejos, porque los
hombres emigran en busca de trabajo a Estados Unidos. En medio de este
contexto, sucede un drama amoroso que transcurre entre dos
generaciones, la de un hombre que emigra y luego regresa al pueblo para
reencontrarse con su amor de juventud, una mujer que ha sufrido el
maltrato de su padre y quien tiene ya una hermosa hija adolescente.
En
diversas declaraciones, el director del festival, José Esteban
Martínez, reiteró su agradecimiento por el apoyo recibido de la
gobernadora Amalia García Medina, quien no sólo intervino en la ceremon
ia de apertura con unas palabras, sino que también participó en una
conferencia el viernes pasado titulada El Cine como Materia Económica
en Provincia, al lado de la escritora Guadalupe Loaeza, la productora
Mónica Lozano y la directora del festival de cine de Morelia, Daniela
Michel.
Se
trató de una charla en la que se intentó abordar por diversos frentes
la situación de la cinematografía como factor de desarrollo en las
ciudades y regiones de México fuera del Distrito Federal. Debe
subrayarse algunas de las propuestas expuestas, como la de la
productora Mónica Lozano, quien llamó a transformar el marco legal de
la cinematografía, tanto nacional como regionalmente, para encontrar
estímulos y mejores condiciones para la producción, distribución y
exhibición del cine mexicano.
En
el rubro de la exhibición, algunos de los títulos proyectados en el
marco del festival, del 2 al 7 de diciembre, fueron A la orilla del
cielo, de Fatuh Akin; Persepolis, de Marjane Satrapi y
Vicente
Paronnaud, Media luna con Bahman Ghobadi, Paraiso travel de
Simon Brand; 7 soles de Pedro Ultrera y Back and fort, de Salvador
Aguirre; Mi vida dentro, de Lucía Gajá, La desconocida de Giuseppe
Tornatore; Cartas del otro lado, de Heather Courtney; Bajo Juárez, de
Alejandra Sánchez y José Antonio Cordero; El pan y la leche, de Carim
Asedien y Xavier de la Vega y Trazando Aleida, de Christiane Burkhard.
También
se llevó a cabo un rally para la producción de tres cortometrajes
ambientados en torno a los museso de zacatecas. Cabe destacar que
varias de las actividades del festival se realizaron en la recién
inaugurada Cineteca de Zacatecas, un espacio magnífico para disfrutar
de la cultura cinematográfica que se halla ubicado en la Ciudadela de
las Artes, y que dirige desde hace tiempo Héctor Ávila.
El
programa académico consistió en un ciclo de conferencias, en las que
intervinieron Pedro Araneda con el tema El cine y la educación
cinematográfica; y el que esto escribe con el tema de El sentido de movilidad en el cine de la revolución mexicana.
En
distintos días, asistieron al festival, además de los ya mencionados:
Marina Stavenhagen, directora de Imcine; Guadalupe Ferrer, directora de
la Filmoteca de la UNAM; José Díaz, director de Cinemas Lumiere; Carla
Díaz-Stringel, directora de la Cineteca de San Luis Potosí, la actriz
María Aura; Alfonso López, director de Alfaville, y otros.
El
festival en general gozó de un buen ambiente, aún con una programación
modesta pero bien articulada –es un festival aún chico, que cierra el
año en México y por lo mismo no posee grandes novedades— y unas
actividades que se encuentran en proceso de definir mejor su perfil. No
osbtante, se percibe una buena participación de los zacatecanos, con
buena asistencia en las salas e incluso en la exhibición abierta en la
sede secundaria, Fresnillo. Un signo positivo que hace augurar un buen
futuo para este certamen.
Además,
de las actividades del festival, los invitados también pudieron
disfrutar de la ciudad misma, de sus bares y restaurantes –El Quince
Letras, el Huracanzote, la Mina del Edén y más— y de los atractivos
próximos –La Quemada, Jérez— donde se formaban varios grupos para
charlar alegremente sobre la materia cinematográfica, con mezcal de la
región, cerveza o vino.
Foto: Gabriela Marcial
Foto: Gabriela Marcial