Crítica: «La vigilante del futuro»; un clásico en versión para dummies
Por: Ali López
Un chiste contado es un mal chiste. Por desgracia, “La vigilante del futuro” (“Ghost in the Shell”|Rupert Sanders|USA|2017) nueva versión de “Kôkaku Kidôtai” (Mamoru Oshii|Japón-UK|1995) comienza justo así, explicándose. Al parecer el cine de Hollywood no permite mensajes encriptados, ni el desarrollo de personajes estrambóticos sin una explicación que calme a todos. Pues no deja que algo suceda sin que antes, o después, haya un momento que lo aclare; hasta lo obvio pasa por un momento de explicación. Así, esta nueva entrega se convierte en una versión para dummies.
Visualmente nos encontramos a años luz de la animación de mediados de los 90. Las secuencias que en aquel entonces parecían un logro tecnológico, quedan cortas a comparación de las de ahora, que sobrepasan lo que alguna vez imaginamos. Por ejemplo, aquel momento cuando Motoko, ahora llamada Major (Scarlett Johansson), pelea contra un malhechor en un gran espacio cubierto de agua. Es imposible que no nos maravillemos con los alcances del cine, de este cine, que tiene como núcleo la absorción visual del espectador.
Johansson, gancho mercadológico, presta su rostro a una animación casi holográfica. Las propuestas y temores cibernéticos expuestos en el primer filme ahora se vuelcan hacia el remake mismo; da miedo pensar las cualidades de los efectos especiales de hoy y, sobre todo, de los de mañana. La carne y el hueso del trabajo actoral se siguen concentrando en momentos de alta tensión, pero para las piruetas y corretizas futuristas no se necesita más que un ordenador. El resto del cast responde a lo solicitado. Una Juliette Binoche digna de responder con buenas actuaciones hasta en los momentos, y con los diálogos, más ridículos. Así como “Beat” Takeshi Kitano que concentra la sabiduría oriental en momentos Kitsch y de franco retroceso al cine más rocambolesco de los 80.
Más allá de esto hay poco. Lo que convirtió a la primera animación en una cinta de culto queda aquí demasiado bajo en calorías. Justo como la versión easy listening de “Enjoy the Silence” de Depeche Mode que se escuchaba en el tráiler de la cinta, esta es una versión soft de “Ghost in the Shell”; donde la distopía oscura y críptica se convierte en un Cyberpunk de subtrama amorosa, y hasta familiar, que rompe con la crítica a la dependencia tecnológica de la sociedad moderna. En ese sentido habrá quiénes encuentra mayor valor en esta versión, pues su crítica social y política es mucho más evidente, pero sin poder tropezar de nuevo, y con la misma piedra, de los finales Made in Hollywood.
¿Desmerece la cinta?, realmente no, cuenta con suficientes elementos como para que la taquilla responda. Pero no deja de ser un remake flojo, que no responde al original, y que bien pudo no existir. Es una entrada falsa a los clásicos, pues desvía el camino al reto simbólico que la historia significaba, y a la podredumbre social que exponía. ¿Será que el futuro planteado en 1995 nos ha alcanzado, y las máquinas han comenzado a pensar por nosotros?
