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2017-05-21 00:00:00

Cannes 2017: «Le Redoutable»: Una oportunidad perdida para entrar en la Historia del Cine

Por Jean-Pierre Garcia
Exclusiva (desde Cannes)

Numerosos miembros de la gran familia de los cinéfilos franceses y del mundo entero, temían mucho que «Le Redoutable» (El Temible, 2017), la más reciente película de Michel Hazanavicius fuera un desafío loco y sin porvenir. Queríamos ver esta película y la mejor prueba es que, a pesar de unos problemas de seguridad en el festival (se teme mucho un atentado) que atrasaron casi una hora el inicio de la proyección, nos quedemos a esperar frente al Palais y su sala Debussy, el centro de operaciones de la prensa. Entre críticos de cine testarudos y exigentes, aguardamos lo necesario y vimos “El Temible”*.

La trama empieza en París en 1967, pues el guión de Michel Hazanavicius sigue los tres años de vida en pareja (y el casamiento) de Godard con la actriz Anne Wiazemsky tal como aparecen en las obras literarias autobiográficas (“Une Année studieuse”  de 2012 y “L’an d’après” de 2015) escritas por la propia Wiazemsky, nieta del gran escritor francés François Mauriac.

En 1967, Godard (encarnado por el actor Louis Garrel) acaba de filmar “La Chinoise” (La China) y está en la cumbre de su carrera. Vive con su actriz preferida y se encuentra feliz como nunca, enamorado y con unos cuarenta años. Ella, viene de cumplir veinte y se siente orgullosa de lo que le pasa con este héroe suyo qu se ha vuelto su marido. Y poco le importa lo que opine su familia. Son ancianos pero tienen que entender los deseos de la juventud de su periodo. Entonces ocurre el famoso Mayo del 68 en París, y Godard con Truffaut y otros, consiguen interrumpir el Festival de Cannes, esgrimiendo que no es posible seguir con esta fiesta de la industria del cine mientras todo el país está en huelga general y la policía reprime a los estudiantes en las calles de Paris.

Cuando vuelve a París, Godard y Anne se confrontan con la realidad de este país en revolución. Godard decide que ya su cine pasado no tiene sentido. Entra en el Colectivo de cine revolucionario Dziga Vertov y abandona la industria. De modo paralelo, su matrimonio se está hundiendo. Es el fin del gran cineasta que impactó con su cine de vanguardia al mundo entero, quien se aleja de aquello que pensaba defender (los obreros) y empieza a filmar unas “películas maoístas” muy difíciles de entender.

La ambición de dar voz a Godard (fuera de la suya propia), poner imagen sobre la sombra del maestro tan adorado y tan criticado, nos parecía a todos casi imposible. Y de modo cierto es lo que pasó, luz y sombra mezcladas en lugar de componer simplemente una película, aquí son la seña de un fracaso. Un fracaso, lastimosamente, anunciado.

Lo único interesante en la película de Hazanavicius son los momentos en que muestra las travesuras de Godard, los malos juegos de palabra que expresaban el pseudo sentido del humor del maestro, el aspecto ciclotímico de su personalidad, el mal carácter casi permanente del genial director. Así lo describe un reiterativo “gimmick” en la película: Godard rompe una, dos, tres veces y más sus gafas. Se queda como ciego. Y la metáfora de Hazanavicius sale muy pesada. Uno se pregunta por momentos si estas caricaturas no son la expresión de la perversidad de Michel Hazanavicius más que detalles auténticos. Lo mismo pasa al final de la relación entre Godard y Anne, los celos terribles del director y las peleas que destrozan a la pareja, pues Godard quiere tener siempre la razón.

A pesar de todo, la atmósfera del 68 francés parece casi documental. Lo que le sale bien a Hazanavicius y permite que se encuentre algún interés en la película. Entre Nueva Ola y cine Maoista es difícil entender lo que pasó en el mundo interior de un gran cineasta hundido en un proceso “revolucionario”.

Hazanavicius nos propone una versión de artesano, bien hecha y a mano, pero en tiempos de los robot de trabajo industrial la propuesta no tiene caminos posibles. No tiene real sentido. No es un Godard “escrito para los tontos” pero se acerca mucho por momentos a esta interpretación. Y, además, el guión de Hazanavicius manipula muchos aspectos de la vida del gran director suizo para darle el movimiento dramático que carece su historia.

“El Temible”*  deja una certidumbre contundente: es mejor seguir viendo las obras clásicas de Godard, desde “Sin Aliento” a “Pierrot le Fou”  y también las más recientes, cuando el maestro volvió (con cierto cinismo) a la industria. También merece ser revisadoa la muy linda actuación de Anne Wiazemski en “La Chinoise”.


* El Temible es la traducción en español de Le Redoutable, un submarino francés de los años sesenta, submarino de propulsión nuclear. Considerar a Godard como un submarino puede ser una fantasía, si no se respeta a este gran director   

Francia 2107, 107mn
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