"¡¿Qué no sabes que cada peso de usurero es un chorro de plomo derretido que te cairá sobre la rabadilla cuando estés en los requete-apretadísimos infiernos?!" (Sara García en Los tres García)

"¡Ay, pero que sangre más aguada de pasguatos!" (Sara García en Los Tres García)"

¿Qué le habrá ocurrido? ¡A lo mejor un accidente! -¡No diga usted eso. Mi hija es incapaz de darnos semejante disgusto!" (respuesta de Sara García en El Inocente)

"Me contaron que a la hija de Chelito, la del Gúero, le salió panza de tanto ir al cine con el novio" (Sara García, en Mecánica Nacional)

Se ha quedado dormido esperando que le traigan lo que no le van a traer: su bicicleta (Sara García, en Regalo de Reyes, 1942)

El corazón de una madre no se equivoca ¡lo sabía yo! (Sara García en Regalo de Reyes, 1942)

Actriz. Su nombre completo fue Sara García Hidalgo y nació en Orizaba, Veracruz, el 8 de septiembre de 1896 (aunque también se menciona 1895 como el año de su nacimiento). Arquetipo de la anciana venerable, del pilar de la familia, de la abuela fundadora, sufridísima o tiránica, llorosa o sonriente, cruel o bondadosa, de edad indescifrable en la memoria de varias generaciones de espectadores, entrañable para los públicos de varias décadas, ejerció el magisterio antes de consagrarse a la actuación. En este terreno, debutó como intérprete teatral, al inicio de la segunda década del siglo.

Poco después, incursionó en el cine, en su etapa silente, y participó en tres de las cintas que produjeron en 1917 Mimí Derba y Enrique Rosas: En defensa propia, Alma de sacrificio y La soñadora. Ya en el cine sonoro, retomó su carrera en la película El pulpo humano (1933), a la cual siguieron varias producciones en las que reiteradamente interpretó el papel de madre, desde entonces levemente envejecida, prematuramente ajada por las dificultades de la vida, circunstancia que la motivó a tomar la decisión extrema de quitarse los dientes, para caracterizar a una abuela toda bondad, en Allá en el trópico (1940). A partir de allí, se entronizó como una de las presencias centrales de la historia del cine mexicano, con sus innumerables caracterizaciones de la madre o la abuela de la mayor parte de las figuras importantes de la industria, a lo largo de cuatro decenios.

En su vastísima trayectoria actuó en varios centenares de cintas, entre ellas Malditas sean las mujeres (1936), No basta ser madre (1937), Ahí está el detalle (1940), Cuando los hijos se van (1941), El baisano Jalil (1942), Los tres García (1946), Angeles del arrabal (1949), Azahares para tu boda (1950), Los Fernández de Peralvillo (1953), El inocente (1955), Las señoritas Vivanco (1958), El caballo blanco (1961), Los fenómenos del futbol (1962), Mujeres, mujeres, mujeres (1967), El día de las madres (1968), La casa del farol rojo (1969), Fin de fiesta (1971), Mecánica nacional (1971), en la que interpretó, inusitadamente, a una abuela golosa, lépera y relajienta, Fe, esperanza y caridad (1972), Nosotros los feos (1972), El hijo del pueblo (1973), La comadrita (1975), Como dos gallos de pelea (1975), La vida difícil de una mujer fácil (1977), Como México no hay dos (1979) y Sexo contra sexo (1980), en la que brindó su interpretación postrera.

También, intervino en la televisión y recibió diversos reconocimientos a su labor actoral, entre ellos el premio Ariel, en 1957, por su desempeño en la cinta La tercera palabra (1955). Falleció en la Ciudad de México, el 17 de noviembre de 1980. (Cien años de cine mexicano, Universidad de Colima-Imcine, 1999)