Por Davo Valdés de la Campa

No es una regla pero el género documental suele a ser un género triste que invita a la reflexión desde la denuncia, el enojo o que tiende a dejar a los espectadores desarmados, impotentes, avasallados por la situación que se presenta. Lo que digo es que muchos documentales provocan depresión. No se trata de su forma sino de su fondo, del mensaje o del contexto que abordan, que normalmente es desesperanzador o complejo, Sin embargo, existen también documentales con mensajes que logran motivar al espectador o mejor aún inspirarlos a cambiar algo porque muestran una solución, además del problema. 

Diego García Moreno, director colombiano, nos entrega en “Clan-Destinos” un documento entrañable y esperanzador sobre el efecto del arte en la gente, especialmente en niños y jóvenes. Enmarcado en los Centros Locales de Arte para la niñez y juventd, mejor conocidos como Clanes, en barrios marginales de Bógota, el documental, sigue a un grupo de jóvenes que han encontrado en diversas disciplinas artísticas un espacio creativo, una alternativa de vida y una forma amable de construir democracia.  Desde danza, hasta hip hop, pasando por artes circenses, percusiones, escultura, los centros Clan, han logrado avances significados en los círculos cercanos, cambios sencillos, pero profundos, semillas de cambio.

Los niños y jóvenes están guiados por artistas jóvenes que dedican su tiempo a cambiar el mundo que recibieron en ruinas y a través de la enseñanza artística construyen la ciudadanía del futuro. El documental se mueve a través de distintas zonas de la misma ciudad, desde barrios populares, hasta zonas de refugio para poblados índigenas que fueron desplazados de sus tierras y que intentan sobrevivir en los márgenes de la capital colombiana.

En un formato cronológico y llegando hasta los espacios íntimos de algunos jóvenes el filme documental muestra ensayos, complicaciones, contextos de cada centro y preparativos para las presentaciones de fin de curso, espectáculos masivos ante la sociedad que muestran el trabajo realizado.  En una de las escenas, uno de los niños emocionados, desmenuza en una frase el sentido de todo el trabajo, y de por qué se presentan ante un público más amplio: “Nos están viendo para que ellos mismos descubran sus talentos”, dice el pequeño, integrante de una orquesta juvenil, porque entiende que el arte puede convertirse en la herramienta que los vuelve en pequeños seres políticos, en el mejor sentido de la palabra porque construyen paz y democracia.

Diego García Moreno es gresado de la Escuela Nacional de Cinematografía Louis Lumiére. Ha realizado diversas ficciones y documentales, destacan Moravia y el mar, ¿Y cómo para qué de arte de qué?, entre otras producciones que han sido galardonadas alrededor del mundo. Uno de sus intereses  principales es abordar la realidad contemporánea de Colombia desde un punto de vista crítico.

“Clan-Destinos” es un documental que no niega la realidad colombiana, el presente aún violento, pero también muestra otra faceta igual de real sobre cómo se vive en Bogotá por ejemplo. García Moreno nos dice algo así como “esto también es Colombia”, no sólo es un país de violencia, existe quizá en semillas que pronto germinarán una suerte de esperanza más grande.

 

Dirección, guion e imagen: Diego García Moreno. Producción delegada: lamaraca Producciones. Productora de campo: María Paula tíjaro Sánchez / Segunda Cámara: Daniel Valencia, Sergio garcía, Juan Kai Mejía Música original: Jorge andrés arbeláez. Diseño sonoro y mezcla: Sally Station. Edición: Juan Kai Mejía, Diego garcía Moreno. Sonido directo: Daniel Valencia, María Paula tíjaro S., Diego garcía Moreno Productor delegado: Fundación cultural tEF. Con la participación de: Sandra Yamile Bolívar y su familia, Comunidad Wounaan desplazada en Bogotá, Julio Cuervo, Carmen Eliza Durán, Natalia Molina Jurado, gloria Esperanza Jurado, Karen Julieth Castro Cabrera, ady Bernal Cabrera, Darling Higuera, David Higuera, Steven Higuera, María Elena Velásquez UNa PRoDUCCIóN IDaRtES, ClaN 2015.