Por Flavia Conelli

Desde el punto de vista de la conservación, los archivos relacionados a la producción cinematográfica de material iconográfico y no fílmico presentan un gran desafío. Se trata de colecciones de materiales diversos y, como tales, presentan distintas particularidades y formas de acercamiento.

Un archivo de estas características como es el acervo de la Cineteca Nacional, cuenta con ejemplares únicos: material publicitario, carteles, fotomontajes, fotografías, premios metálicos, textiles y aparatos tecnológicos, entre otros, que dan cuenta de la historia y desarrollo del cine mexicano. Cada objeto puede ser un disparador para distintas líneas de investigación, además de ser ejemplares testimoniales de un periodo o de una producción en particular.

Se trata de piezas que no fueron producidas ni conservadas como colecciones de archivo. Son objetos y documentos que fueron de uso cotidiano en productoras, distribuidoras y de los personajes relacionados al universo cinematográfico.

La preservación de los materiales con sus distintos soportes se realiza tomando como base la normativa de la conservación de patrimonio [1] para la toma de decisiones y manejo de las colecciones. El énfasis está puesto en seguir una metodología para la intervención en el acercamiento particular con los materiales y el análisis de su estado de conservación. A partir de este último se puede realizar una estabilización física, además de profundizar en su valor inmaterial e histórico.

La metodología de intervención tiene que ver con el respeto al original y el reconocimiento de las marcas del paso del tiempo, el registro y documentación del tipo de materiales constitutivos, el registro de su estado de conservación, el análisis de las características tanto físicas como históricas y la propuesta de una mínima intervención para su estabilización.

Los deterioros que ponen en riesgo la permanencia de las colecciones generalmente tienen que ver con la manufactura de objetos y las condiciones de almacenaje.

Los carteles de material publicitario, por ejemplo, realizados con pulpa de papel de gran contenido en lignina y tintas ácidas de características inestables. Almacenados en un entorno poco adecuado en cuanto a las condiciones de temperatura y humedad relativa, iluminación, forma de guarda, entre otros, aumentan su deterioro a lo largo del tiempo. Como resultado pueden empeorar por oxidación química, acidez, amarillamiento, rigidez, fragilidad, debilitamiento de fibras, fracturas y pérdida irremediable de los materiales.

Por eso es fundamental en la preservación de un archivo iconográfico llevar a cabo acciones de conservación preventiva o indirecta, así como intervenciones directas sobre los materiales, para prolongar su vida a pesar del curso natural de deterioro.  “Cualquier actuación que tenga por objeto prolongar la vida de un bien cultural, independientemente si ésta incide sobre el objeto o sobre el medio que lo rodea.” [2].

Parte de las tareas que se llevan a cabo en el Departamento de Preservación de la Cineteca Nacional, tienen que ver con almacenar estas colecciones en condiciones óptimas para evitar su deterioro acelerado. Se mantienen acciones de conservación preventiva como: control de temperatura y humedad relativa dentro de las bóvedas, limpieza periódica del espacio y fumigación externa para evitar plagas.

Por otro lado, las colecciones se almacenan con sistemas de guardas para proteger cada una de las piezas. Estas funcionan como barreras contra los agentes de deterioro y facilitan la manipulación y la observación dentro del archivo.

En relación a la intervención directa, se realizan tareas de limpieza superficial sobre cada objeto para eliminar cualquier agente externo como el polvo o las manchas.

 

Procesos de intervención y guardas.
 

Si el estado de deterioro de las piezas lo amerita, se llevan a cabo procedimientos para devolver la estabilidad estructural de los materiales como: consolidación, adhesión, colocación de refuerzos y eliminación de elementos ajenos. Esto con el fin de evitar mayor deterioro futuro y permitir una manipulación segura.

Si el deterioro presente en una pieza es muy alto, se realiza una intervención más profunda. Tomando como ejemplo los carteles publicitarios, donde el acervo cuenta con una copia única y ésta se encuentra en muy mal estado de conservación, se puede realizar una restauración con procedimientos como: lavado, laminado, colocación de injertos y reintegro cromático, entre otros. Con este tipo de intervenciones se intenta devolver tanto la estabilidad estructural (ej. de fragmentos a pieza completa), como la estabilidad estética o de lectura (ej. reintegro de faltantes).

Antes y después de restauración.
 

Cuando existe pérdida de información como faltantes en una pieza, estos se reponen para lograr una lectura completa y homogénea respetando las características estéticas de la obra.

Intervención de fragmento faltante.
 

El volumen de materiales en un acervo de este tipo es un eje fundamental para la toma de decisiones de intervención que se llevan a cabo. Al tratarse de miles de ejemplares, no es posible detenerse en todos y cada uno de ellos. Se trata de aplicar sólo las intervenciones directas necesarias para promover la estabilidad estructural de los materiales. De ahí la importancia de acciones de conservación preventiva y búsqueda de una manera correcta y eficiente para almacenar los materiales según su tipo, dimensiones y necesidades. Estas acciones se realizan con la intención de mantener estas colecciones en las mejores condiciones posibles, tanto en el presente como para las generaciones futuras.

Las tareas de conservación en un archivo son esenciales ya que se trata de poner atención sobre la materialidad de los objetos. Es importante analizar y entender los procesos de deterioro por los que pasa cada uno de los materiales que conforman una pieza. De ahí se puede conocer a profundidad sobre técnicas de factura, usos de materiales de una época en particular y un sinfín de información. Además de enriquecer las investigaciones, dicho análisis es clave para tomar medidas necesarias que favorezcan la permanencia en el tiempo de las colecciones.

Los objetos como documento son un registro latente y testigo de un tiempo determinado.

NOTAS:

[1]. Ver norma mexicana. Secretaría de Economía. Dirección general de normas. Acervos documentales. Lineamientos para su preservación. NMX-R-100-SCFI-2018.

http://www.hnm.unam.mx/files/quienes-somos/preservacion-documental/norma-mexicana-preservacion-documental.pdf

[2]. Gómez, María Luisa. “La restauración. Examen científico aplicado a la conservación de obras de arte”. Ediciones Cátedra, 2008. Madrid.


* Las fotos que acompañan el presente artículo se incluyen únicamente como apoyo al contenido del texto, cuyo cometido es de difusión cultural.