Por Roberto Ortiz Escobar.

De nueva cuenta se celebra en Cineteca Nacional el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual el 27 de octubre a las 8 de la noche con la proyección en Foro al Aire Libre de varios cortos fílmicos mexicanos rescatados y digitalizados por el Laboratorio de Restauración Digital de la institución.

Entre otros, están programados los siguientes materiales:

“Noche mexicana” (México, de Alfonso Vergara Andrade), animación de la década de los treinta del siglo pasado que reúne a animales y seres humanos en una posada navideña; “[Filmación de la película ‘La Rosa Blanca’]”, perteneciente al proyecto Archivo Memoria de Cineteca Nacional, presenta en formato casero algunas imágenes de los campos petroleros de la zona de Poza Rica, donde se filmó “Rosa Blanca” (México, 1961, de Roberto Gavaldón), película cuya censura fue  consignada por el  investigador Eduardo de la Vega Alfaro [1]; dos cortos del archivo Lilly: “[Renovación de objetos rituales en la montaña]” y “[Colette Lilly jugando con niños]”, los cuales fueron filmados en color por John Lilly, cineasta estadounidense que registró las costumbres y rituales de los huicholes; “[Lo espera nuestra dulcería]”, corto promocional de los setenta ilustrativo de las formas como las dulcerías de las salas de cine se convirtieron en el meollo del consumo en la exhibición fílmica, mucho más que el costo del boleto por la cinta exhibida; “[Visita de Clark Gable a México]”, sobre la presencia en un aeropuerto de nuestro país de la estrella de “Lo que el viento se llevó”; “[Festival de los artistas]”, sobre una reunión de personalidades del cine mexicano con un candidato presidencial a fines de los sesenta; “El último sueño” (México, 1939-1941, de Felipe Palomino), curiosa filmación de un jovencísimo Pedro Infante cantando; “Los sucesos de José de León Toral y el asesinato del Gral. Álvaro Obregón” (México, 1928), interesantísimo rescate con imágenes auténticas y representaciones acerca del asesinato de un presidente de México, quien después de muerto, trasladan sus restos a su estado natal.

 1. Estado físico del material fílmico de “Los hermanos Rodríguez presentan [Entrevista a personalidades, Gran Festival de la Caridad en Los Ángeles, California]”.


Me detengo a comentar brevemente un corto de enorme importancia histórica que se vuelve a programar: “Los hermanos Rodríguez presentan [Entrevista a personalidades, Gran Festival de la Caridad en Los Ángeles, California]”. De poco más de 8 minutos, es hasta ahora el único antecedente fílmico recuperado sobre el sistema de sonido elaborado por los hermanos Rodríguez (Joselito y Roberto) y que inauguró en México el cine sonoro sincronizado con “Santa” (1931, de Antonio Moreno). El corto fue realizado por los Rodríguez en Estados Unidos, en un intento por probar las bondades de un sistema fílmico sonoro creado por mexicanos que buscaba su estreno comercial [2].


2. La actriz Lupita Tovar.
 

También relevante resulta su contenido, ya que, en el Gran Festival de la Caridad, celebrado en el Philarmonic Auditorium de Los Ángeles, California, el maestro de ceremonias y actor mexicano, Eduardo Arozamena, presenta a varios artistas de cine en un festival que trató de reunir dinero para los damnificados de un temblor ocurrido en Oaxaca (filmado entonces por el cineasta ruso Serguei M. Eisenstein).

3. Dolores del Río solicitando apoyo para los damnificados
                   

Arozamena saluda brevemente a una serie de actores, directores y guionistas mexicanos, sudamericanos y españoles que en esa época hacían en Hollywood las segundas versiones de películas conocidas como “hispanas”, que pretendían proporcionar a los espectadores la misma obra sin el idioma inglés, ya que estaba hablada en español por actores iberoamericanos. Por eso desfilan en el corto, entre otros, Carlos Villarías (actor español protagonista del “Drácula” hispano de 1931), Carlos F. Borcosque (director chileno), Tito Davison (actor chileno, vuelto director y guionista de cine mexicano con posterioridad), Delia Magaña (cómica mexicana del teatro de revista y actriz del “cine hispano”), María Calvo (actriz española), Celia Montalván (actriz mexicana participante en “Don Juan diplomático”), Miguel Rocha (actor argentino protagonista en “Don Juan diplomático” ), Raquel Torres (actriz mexicana), Ramón Pereda (actor español de “cine hispano” y mexicano), Dolores del Río (actriz mexicana de cine silente y sonoro hollywoodense, además del cine mexicano a partir de los años cuarenta), María Grever (compositora mexicana participante en “películas hispanas”), Carmen Guerrero (actriz mexicana), y Lupita Tovar (actriz de “Santa” y del “Drácula” hispano de 1931).

4. El anfitrión Eduardo Arozamena

Con esta pléyade de artistas iberoamericanos integrados en las “películas hispanas”, la industria de Hollywood intentó a fines de los veinte y principios de los treinta mantener el dominio de los mercados mundiales del cine, aunque la realidad se impuso indicando que no era necesario continuar produciendo versiones habladas en español de un filme originalmente en inglés. Aunque parte del público iberoamericano no entendiera este idioma, prefería ver a los actores-estrellas de películas originales como “Drácula” (Estados Unidos, 1931, de Tod Browning) y no la “versión hispana” actuada por Carlos Villarías y Lupita Tovar. Fue breve el periodo del “cine hispano” (1929-1932) y por ello el corto de los Rodríguez se convierte en un testimonio fehaciente de la serie de artistas reclutados por Hollywood para tal fin.
Es cierto que no se han encontrado aún los otros cortos que lo Rodríguez hicieron en Estados Unidos con su novedoso sistema sonoro. Como será muy difícil localizar aún alguno de ellos, la proyección de esta breve película se convierte en una oportunidad invaluable para observar el fenómeno del cine hispano, además de constatar la elegancia de estrellas hollywoodenses en ese momento como la duranguense Dolores del Río.


Notas.
[1]. En “Cine, política y censura en la era del Milagro Mexicano” (2017, Universidad de Guadalajara), Eduardo de la Vega Alfaro analiza los móviles de la prohibición durante varios años de “Rosa Blanca”.
[2]. De la columna “El acervo y sus demonios” se publicaron en CorreCamara dos artículos que abordan el corto de los hermanos Rodríguez con enfoques diferentes: “De lo privado a lo público. Rollo de cine sincrónico de los Rodríguez” (César de la Rosa Anaya, 27-I-2020); “Los hermanos Rodríguez Ruelas y la génesis del cine chicano” (Eduardo de la Vega Alfaro, 22-II-2020).

El autor agradece el apoyo de Angélica Montiel González por la revisión del texto y de Natalia Rashel Riquelme Barrios por la selección y reproducción de los fotogramas que ilustran este artículo, los cuales se incluyen únicamente como apoyo al contenido del texto, cuyo cometido es de difusión cultural, sin fines de lucro.