Fotograma de “Carta al ingeniero”, México, 2011.

 

Por Angélica Montiel González

Dentro de la producción cinematográfica existen filmes realizados a partir de lo que se conoce como “metraje encontrado” o “found footage”, es decir, piezas audiovisuales hechas con imágenes preexistentes y que, a partir de la mirada del artista que las encuentra son recompuestas y dotadas de un nuevo sentido y con ello de un nuevo discurso. Dichas imágenes se alejan o se pueden encontrar al margen de un archivo institucional y su lugar está en los mercados de pulgas o como parte de una colección personal; así mismo, estas imágenes pueden ser desde fragmentos de noticieros, filmaciones amateurs y familiares, entre otros. 

Sin embargo, estos materiales han adquirido gran relevancia; si bien es importante conservar el cine en su sentido de obras o piezas terminadas que dan parte de una memoria institucional, imágenes de este tipo se vuelven foco de atención como parte también de una herencia audiovisual y así el archivo para el cine hecho con metraje encontrado adquiere otro papel, pues este, “opera con una visión performativa del archivo, ligada al uso, al re-uso y a la apropiación de lo que se considera archivo cultural y que muchas veces coincide con el material audiovisual encontrado” [1]. Son entonces espacios vivos para la creación, lugar de posibilidades infinitas y custodio de sorpresas. El archivo se atrevió a voltear la mirada y comenzar con la preservación y resguardo de esas imágenes “no oficiales” dentro de la historia del cine.

En este sentido, Cineteca Nacional inició el programa Archivo Memoria, con la intención de buscar y rescatar películas olvidadas, las cuales eran filmaciones familiares o industriales que podían ser parte importante de la historia del cine mexicano [2], principalmente en pequeños formatos: 16 mm. 9.5 mm., 8 mm., super 8 mm. Una de las primeras etapas del proyecto era la conservación y catalogación, aunque también era importante ponerlo en acceso al público para su reutilización, bajo la premisa “¿Qué podemos hacer para reusar este material?”

Así, se realizan dos cortometrajes que actualmente forman parte del canal de YouTube de la Cineteca Nacional: “Miradas al acervo”. Los cortometrajes son “Carta al ingeniero” y “Un modo de decir”, ambos realizados en 2011 por Kyzza Terrazas e Isaa García Ascot, respectivamente. Cada uno toma imágenes de colecciones familiares para abordar un tema particular. En este artículo únicamente haré mención del primer cortometraje.

En “Carta al ingeniero” la primera escena muestra al ingeniero José Hernández Terán [3] caminando acompañado de una comitiva, en ella se indica que las imágenes fueron “extraídas” del archivo fílmico del ingeniero. Me interesa reflexionar brevemente en torno a este inicio: Lo primero que capta la atención del espectador es un sonido a manera de guitarra distorsionada que contrasta con el ritmo de la imagen, este hace que se “produzca un choque o contraste, ya sea para afianzar una emoción, atmosfera o para generar extrañeza” [4]. 

Este cometido se logra, pues de primera intención parece no existir ningún vínculo entre el sonido y la imagen. Las escenas avanzan, las “colas” de la película se muestran y las imágenes de eventos públicos y de momentos de la familia van apareciendo, de pronto el montaje de la película se congela con la escena del ingeniero mirando fijamente a la cámara, mientras comienza una voz en “off” que al final dice: “querido ingeniero”. Las imágenes y la narración generan ahora un nuevo contexto; tienen un nuevo significado, pero, sin dejar de lado su contexto original que se confirma en la narrativa.

Fotogramas de “Carta al ingeniero”, México, 2011.


La voz en “off” continua: “…películas que como tantas otras terminaron en una caja, arrumbadas, sin que nadie supiera bien qué hacer con ellas…”. Ahora el director las dotará de un nuevo significado para hablar de su relación con el personaje del cortometraje: su abuelo.

En este cortometraje la imagen funciona como un elemento ilustrativo, evoca recuerdos y es fuente de apoyo respecto a quién fue el personaje en cuestión, se fusiona con la voz, un elemento narrativo que, como hemos dicho, puede afianzar una emoción, una atmosfera o generar extrañeza. Podría pensarse que este cine de reempleo está alejado de un tono emotivo, pero, en este caso, sí lo hay, pues el director, entre recuerdos, anécdotas y “reclamos”, habla del personaje político y social, así como del abuelo severo y amoroso, nos invita a conocer ambas caras de la moneda a partir de su narración.

El director Kyzza Terrazas se apropia de manera “subversiva de material hegemónico o aceptado oficialmente” [5], siendo materia prima para poder realizar un nuevo ejercicio cinematográfico, una carta, un monólogo sobre su abuelo.


             
Fotogramas de “Carta al ingeniero”, México, 2011.


Como se mencionó en un principio, el archivo es un lugar de posibilidades infinitas, donde la gran cantidad de imágenes que existen dan pie a la creación y resignificación de lo que este contiene; en el caso de lo que resguarda Archivo Memoria, son en su gran mayoría películas familiares que brindan la posibilidad a los materiales de ser utilizados nuevamente y así “modificar el régimen contemplativo de las imágenes por un régimen que impone una relación de uso” [6], dando pie a nuevas prácticas artísticas que resignifiquen las imágenes y las dote de un nuevo sentido.

El cortometraje, “Carta al ingeniero”, es un ejemplo; elaborado a partir de un archivo familiar, donde el realizador da cuenta de su relación con el personaje del que hace referencia en el filme, pues este es su abuelo y da una revalorización a la historia de una persona, pero desde otro punto de vista, llevando a cabo “un juego constante de creación y destrucción, tanto del material como de estructura y sentido original” [7].

Finalmente, cierro con una idea de Eva Noriega respecto a las imágenes de reempleo; ella comenta que el “found footage” es una estrategia de desactivación de las imágenes. Noriega, siguiendo a Walter Benjamín, comparte que, como si estas fueran bombas, se deben desactivar de su contexto original para liberarlas y dotar de nuevo sentido y significado. Así, el cortometraje comentado es finalmente la activación de las imágenes en un nuevo contexto, entre la fascinación y el rechazo de la imagen de una figura familiar a partir de una selección y descarte que apoye una determinada intencionalidad.

NOTAS.

[1] Romero, Fernando. “Consideraciones en torno a la imagen de reempleo” en “El ojo que piensa. Revista de cine iberoamericano”, Núm. 13 (Julio/Diciembre 2016).

[2] Entrevista a Audrey Young por Roberto Ortiz Escobar, “Memorias de la Cineteca Nacional”, 2012.

[3 El ingeniero fue parte de la Secretaría de Recursos Hidráulicos durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz hasta 1970. 

[4] Romero, Fernando. “Consideraciones en torno a la imagen de reempleo” en “El ojo que piensa. Revista de cine iberoamericano”, Núm. 13 (Julio/Diciembre 2016).

[5] Ídem p. 18.

[6] Noriega, Eva  B. “Notas sobre found footage”, en oai:sedici.unlp.edu.ar:10915/39764 (Consultado el 20 de junio de 2022).

[7] Ídem p. 3.

*Las imágenes que acompañan el presente artículo se incluyen únicamente como apoyo al contenido del texto, cuyo cometido es de difusión cultural.