En el cabaret Changoo, Rosa, una cabaretera del lugar, acude con su bebé a buscar los favores de su amante y padre de la criatura, Rodolfo, un padrote cinturita y envaselinado que controla a las mujeres del antro. Rodolfo la rechaza con desdén pero, ante la insistencia de la mujer, le pide que a cambio de permitirle quedarse a su lado se deshaga del bebé arrojándolo en un bote de basura. La mujer accede pero, más tarde, el niño es rescatado por Violeta, otra cabaretera y bailarina que se ha enterado de todo ello. Violeta es despedida del lugar como consecuencia de ese incidente, y por ello obligada a prostituirse en la calle, para poder sostener al niño que ya ha hecho suyo. La suerte le hace conocer a un misterioso hombre, Santiago, quien le ofrece empleo en un cabaret cercano al puente de Nonoalco, frecuentado por ferrocarrileros. Sin embargo, Violeta tiene un nuevo encuentro con Rodolfo que termina en un zafarrancho. Por ello, Rodolfo es condenado a prisión cinco años. En ese tiempo, Violeta logra ganarse un lugar como bailarina en el cabaret de Santiago y, al mismo tiempo, cría a su hijo, Juanito, quien piensa que Santiago es su padre. Al salir Rodolfo de la cárcel, busca a Violtea para venagrse pero se interpone Santiago, a quien mata. Rodolfo huye y secuestra a Juanito, para obligarlo a que le ayude a cometer un asalto. El niño, aterrado, es rescatado por Violeta, quien ahora sí liquida a Rodolfo. Sin embargo, es enviada a la cárcel mientras que Juanito se gana la vida en la calle como bolero, ayudando como puede a su madre. Ante la evidencia de los hechos, las autoridades de la penitenciaria acceden a revisar el caso de Violeta, quien es liberada el día de las madres. Así se puede reunir con Juanito, para iniciar al fin una vida feliz.

(Lara, Hugo. Una Ciudad Inventada por el Cine. 2006. Ed.Cineteca Nacional.)