Por Hugo Lara Chávez

La colonia Roma es uno de los barrios de gran tradición en el D.F., cuya urbanización se inició a principios del siglo XX en pleno porfiriato. La Roma Norte comprende la primera etapa de su desarrollo, donde algunas de las familias más pudientes y aristocráticas de entonces se establecieron.

Es aquí donde se sitúan geográficamente relatos como el de Una gallega baila mambo (1950), con Joaquín Pardavé y Niní Marshall de protagonistas, e incluso algunas secuencias de Los Olvidados (1950), dirigida por Luis Buñuel.

La ampliación que comprende el sector de la Roma Sur, después de la avenida Alvaro Obregón hacia el sur, acogió a hogares un poco más modestos. Según algunos cronistas, la nomenclatura de las calles se atribuye a las poblaciones visitadas por el circo Ollin, propiedad de un empresario que fue socio de la constructora a cargo de este fraccionamiento.

Toda esta zona es el ambiente que rememora nostálgicamente el escritor José Emilio Pacheco en su novela Batallas en el desierto, llevada al cine bajo el título de Mariana Mariana (Alberto Isaac, 1986).

La Plaza Río de Janeiro hace las veces de jardín central de esta colonia, un espacio muy agradable para pasear rodeado de varias edificaciones con valor arquitectónico, entre los que sobresale el ecléctico Edificio Río de Janeiro, mejor conocido como la Casa de las Brujas.

Esta plaza es uno de los escenarios que con facilidad se reconocen en cintas como Elisa antes del fin del mundo (Juan Antonio de la Riva, 1996) o Un secreto de esperanza (Leopoldo Laborde, 2001).