Cinecrítica: En gustos... El último camino (The Road)
Por Enrique López Terrazas.
Si quieres ver la película: primero LEE EL LIBRO. Créeme la experiencia será memorable, la novela se va como agua entre las manos, tiene una prosa eficaz, poética, nada le sobra, y en medio de la devastación que retrata, encontrarás algo sinceramente humano latiendo… pues no se trata del fin del mundo sino de lo que nos hace humanos en medio de lo inhumano. Luego, si tienes curiosidad de cómo llevaron todo aquello a la pantalla, podrás verla con los ojos llenos de expectación.
Si ya viste la película y te gusto: LEE EL LIBRO. Encontrarás escenas que no están en el film (como la aventura en el barco), momentos mucho más emotivos, aterradores, angustiosos… felices. Al resguardo de una prosa bella, poderosa, con pocos diálogos y que no desperdicia nada, tu imaginación podrá expandir eso que ya “viste” en pantalla, y quizá no esté del todo mal, mantener algunos rostros, sobre todo los del Padre y el Viejo, lo demás tú lo mejorarás.
Si ya viste la película y NO te gusto: LEE EL LIBRO. Te aseguro que hallarás en la novela mayor hondura: el cuidado de éste hombre por su hijo es religioso, enfrentado a sus pérdidas sus evocaciones y pesadillas son más contundentes, y es un tipo inteligente no sólo suertudo, que de antemano sabe su final. Y el niño es más perspicaz, comprensivo y tierno que en la cinta, encarna el último vestigio digno de lo que es bueno. Y entre éstas dos fuerzas, un amor genuino. No importa que “sepas” la trama o el final, los detalles te dejarán asombrado y con algo de suerte, te arrancarán más de una discreta lágrima.
Si no quieres ver la película, ni has leído la novela: LEE EL LIBRO. Por lo ya dicho y porque muy pocos libros ganan el favor de la crítica y el de los lectores. No es poca cosa que haya ganado el Pulitzer en 2007, pero es un logro mayor dejarte vibrante con un sentimiento indecible… dejarte pensando en esas pequeñas cosas a veces ignoradas pero que en verdad, construyen la vida, partícula a partícula.
Si ya leíste el libro y no has visto la película: LEE EL LIBRO. La novela no cambió, tú sí, podrá decirte cosas nuevas; y porque la película es regular, no logra llevar toda la fuerza y la poesía a la pantalla. Siempre es difícil traducir la gran literatura al lenguaje cinematográfico (y es loable el esfuerzo), pero creo que ésta era material para una película mejor, con un guión mejor trabajado y que no se fuera por la fácil de explotar más el canibalismo, sino que pusiera de manifiesto el ambiente opresivo, el frío quebrantador, el vía crucis de la carretera, la zozobra, el arduo trabajo por sobrevivir, la relación padre–hijo con más entraña, que no omitiera escenas épicas, que no descuidara el carrito tan negligentemente (es un “personaje” importante), y que iluminara más los momentos de felicidad.
A mi gusto incluso sobra la música, tienes que respirar el miedo del entorno y eso sólo se consigue con el silencio (aquí te das cuenta del valor de los Cohen y su No Country for Old Men, una gran película sobre una obra del mismo autor). Lo mejor del film es Viggo Mortensen, alcanza una muy buena actuación, y su voz en off se acerca mucho (no lo suficiente) al ánimo que impera en la novela. Insisto éste libro da para una buena película, habrá que esperar a que alguien lo retome… espero que suceda.
En cualquier caso: LEE EL LIBRO. Si lees bien el idioma de Shakespeare en el título original The Road descubrirás un lenguaje todavía más sobrio y demoledor. Pero si no masticas el inglés, hay traducciones decentes como la de Mondadori o una reciente con el cartel de la película, lo importante es que recuerdes el título y el autor: La carretera de Cormac McCarthy, que como buen ermitaño nos da un panorama más cabal e íntegro de eso que, ojalá perdure en nosotros: la humanidad
También lee la crítica de Javier González Rubio: El último camino, recorrido con destino incierto:
