Cinecrítica: Whisky con vodka, una deliciosa tragicomedia
Por Perla Schwartz
Para quien ama el séptimo arte, ver una película que maneja el concepto de cine dentro del cine, implica un verdadero deleite. Recordemos tan sólo dos verdaderos portentos: “El desprecio” (1963) de Jean Luc Godard y “La noche americana” (1973) de Francois Truffaut.
Ahora el talentoso cineasta alemán Andreas Dressen , uno de los realizadores más propositivos de su país, hace entrega de “Whisky con vodka”, una tragicomedia deliciosa, la cual es sin lugar a dudas, uno de los platillos fuertes de la Novena Semana de Cine Alemán que llevará a cabo en Cineteca Nacional, con apoyo del Instituto Goethe.
Esta cinta que obtuvo el premio al mejor director en el festival internacional de Cine de Karlovy Vary en 2009, narra una serie de peripecias y dificultades que se presentan durante el rodaje de la película de época “Tango para tres”, dirigida por Martín Tellek (Sylvester Groth), un hombre neurótico y algo acomplejado.
Por imposiciones del productor, él tiene como protagonista a Otto Kullberg (estupendo Henry Hübchen), quien se encuentra en plena decadencia, su alcoholismo lo ha llevado a pisar fondo y además es un mujeriego irredento. Como es de esperarse, él no cumple del todo y con el objeto que su desempeño sea mejor, se toma una decisión que roza lo absurdo, contratar a un actor suplente, que en forma paralela, intervenga en cada una de las escenas y secuencias de la película.
Se trata de Arno Runge (Markius Herig) proveniente del teatro, un hombre con dotes histriónicas, disciplinado y solitario. Y se despierta la rivalidad entre ambos y los egos se van desinflando. El imponente Mar Báltico y su costera es el marco donde se desarrolla “Whisky con vodka”, que tiene ciertos guiños al cine de Woody Allen, por sus ironías y frases inteligentes, y nada es lo que parece ser.
Tragicomedia inteligente y punzante, presidida por un humor agridulce, con varias sub tramas que hablan de la soledad existencial del ser humano. Filme que muestra como el cine se fusiona con la realidad y el cómo implica otra forma de acceder al mundo circundante.
El guionista introduce con acierto, otro detonante de conflicto, la presencia de Bettina (Corinna Harfoch), una femme fatale, ella es actriz, esposa del realizador y sostiene relaciones con quienes se anteponga en su camino. Dressen vuelve a hacer una afortunado mancuerna con Wolfang Kolhasse, el autor del guión de la entrañable “Verano en Berlín” (2005).
En suma, el también director de “En las nubes” (2008) entrega una película que es un tributo amoroso al cine, al tiempo que una reflexión que desemboca en dos vertientes, la irrupción de la vejez y la necesidad de vivir el aquí y ahora. De antología es la secuencia donde Otto y Arno se emborrachan, el primero con Vodka, el segundo con Whisky.
Ojalá algún distribuidor en México adquiera los derechos de exhibición bien vale la pena.
Whisky con vodka
Alemania 2009. Dirección: Andreas Dressen. Guión: Wolfang Kohlhasse. Fotografía: Andreas Hofen. Intérpretes; Henry Hübchen, Corina Harfoch, Sylvester Groth, Markus Herig. Duración: 110 minutos.
