Se identifican zapatistas con Corazón del tiempo
Por Leticia Carrillo
El director Alberto Cortés dijo en entrevista con Correcamara.com que la mayor satisfacción que ha tenido al filmar Corazón del tiempo fue constatar que la comunidad zapatista que participó en el rodaje “se sintió representada, identificada e hizo suya la película”.
Su último filme, que recientemente ganó el Premio Especial del Jurado en la 19 edición del Festival Iberoamericano de Cine de Ceará en Brasil, se estrena este viernes 14 de agosto con catorce copias en la Ciudad de México y una más en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, para después recorrer la República Mexicana.
El director, quien también obtuvo el Mayahuel de Plata a Mejor Dirección en el pasado festival de Guadalajara, confió en que Corazón del tiempo sea del gusto del público para que la recomiende y “se vaya haciendo un camino” en las salas cinematográficas.
Cortés relató que hace un año la película se estrenó en el poblado de la Realidad ante un público de casi 2 mil personas y añadió que le mandaron una copia de la cinta al líder del movimiento zapatista, el Subcomandante Marcos pero también a la comunidad La Esperanza que colaboró en la filmación.
El cineasta explicó que la idea de hacer Corazón del tiempo surgió después de que la Directora de Arte Ana Solares y él visitaron Chiapas: “tomamos el tema del conflicto zapatista, quisimos mostrar lo que sucede en la vida diaria de las comunidades autónomas pero buscamos hacer algo de ficción porque ya se han hecho muchos documentales , sobre la marcha fuimos construyendo la historia”.
Corazón del tiempo narra la historia de amor que surge entre Sonia, una joven de un poblado que funciona como base de apoyo al movimiento indígena y Juan, un insurgente. Para que puedan unirse en matrimonio deberán enfrentar las normas por las que se rige el ejército zapatista y las tradiciones de su comunidad, en las que se estila que los padres acuerden el matrimonio de los hijos. Además, los “rebeldes” y lugareños tendrán que defender su territorio del asedio del ejército oficial y los paramilitares.
La película está actuada completamente por habitantes de la comunidad quienes no tenían experiencia previa en la actuación pero de acuerdo a Alberto Cortés los intérpretes “tuvieron la disposición de entregarse al trabajo, de representar personajes, de aprenderse los diálogos, de enfrentar el actuar”.
Además los noveles actores asistieron a talleres efectuados en conjunto por el equipo técnico de la película y el Laboratorio de Teatro Campesino Indígena, cuyo fin era “quitarles la pena y soltar la voz”.
Esta vivencia fue definida por el realizador como “una de las más bonitas y aleccionadoras, un gozo trabajar con esa gente” y aunque mencionó que durante el rodaje enfrentaron los mismos problemas que cualquier filmación, el hecho de que “ ellos nos hayan acogido y abierto sus corazones provocó que la película fluyera de manera increíble”.
Finalmente, el director señaló que para levantar financieramente el proyecto acudieron a los fondos estatales como el FOPROCINE que, sumados a los de la Universidad de Guadalajara, Ibermedia, lo Estudios Churubusco, la Filmoteca de la UNAM y la Junta de Buen Gobierno “Hacia la Esperanza”, hicieron realidad la película.
Corazón del tiempo fue coescrita por el escritor y periodista Hermann Bellinghausen con quien Alberto Cortés ya había hecho el guión de Ciudad de Ciegos; fotografiada por Marcos Bellver (Mi vida dentro); la dirección de arte recayó en manos de Ana Solares (La ley de Herodes); el sonido en Emilio Sebastián Cortés (Mi vida dentro) y la edición en el director y Lucrecia Gutiérrez (Noticias lejanas).
