Los fantasmas de las cosas por venir
*Alrededor de una ópera prima en construcción
Por Ulises Pérez Mancilla
Fabiola Ramos, de origen CCC’ero, tiene como estandarte una extraña convicción por ser fiel a lo que le place, sin importar la contradicción de sus deseos. Es fuerte de oficio. Se conoce y se dibuja congruente en una autobiografía oscilatoria entre verdad y mentira, donde la irrealidad fortalece sus sentimientos más profundos. Fabiola es la chica rara de su guión. Lo sabe. Se siente y se entiende por qué “siempre interesada en lo que existe pero no se ve”, haya encontrado en el cine “el medio perfecto para convertir lo invisible en imágenes tangibles”. Hoy lo invisible es su ópera prima, una road movie de fantasmas (de los que no asustan, pero que ah cómo pesan) que ha tenido a bien bautizar como Los fantasmas de las cosas por venir.
Los fantasmas de las cosas por venir es la historia de una chica sola, que en vísperas de la muerte de su padre, recibe una llamada inesperada de Tijuana para avisarle que su madre será deportada. La chica huye apenas con la certeza de un amante ocasional, consciente quizá de que los problemas viajan con uno, no importa a dónde se vaya. Se trata de una anécdota introspectiva en forma y estilo, cuyo poderío radica en la claridad de lo que cuenta, en las razones de quien la cuenta, no importa cuántas veces haya sido contada en otros tiempos, con otras caras, porque siempre es revitalizante auto-observarse para saber dónde se pisa.
Fabiola Ramos, veterana realizadora de cortometrajes, persistente microfonista e inquieta foto fija ocasional, ha dirigido Permanencia voluntaria (2001), ¿Porqué nunca se cumplen los deseos que le pides a las estrellas fugaces? (2003), Tlahuelpuchi (2004, mejor cortometraje experimental en el Festival Internacional de Cine de Morelia), In love (2006) y Perfume de sirena, ganador del rally malayerba en 2007, año en el que viaja al Talent Campus de la Berlinale. En 2008 hace lo propio pero en la versión Argentina del Talen Campus.
Con Los fantasmas de las cosas por venir, Fabiola ha formado parte del Morelia Lab 2009 (México), el Taller Colón 2009 (Argentina) y del Rotterdam Lab 2010 (Holanda). Indicadores saludables de que se cuenta con una buena película en manos, pero al fin y al cabo, hasta que no se tenga la película realizada, incentivos que nunca serán suficientes. Por ello, está más que consciente de que su película se hace porque se hace, sea de manera holgada ó de forma guerrillera. Y cada vez más se convence de que ésta será la última opción. Una discreta producción hasta el momento a cargo de Axolote Cine y María Novaro que intentará allegarse todo tipo de apoyos: 226, FOPROCINE, IBERMEDIA, etc.
A la pregunta de cuál es su opinión acerca de si México es un país de óperas primas, Fabiola responde muy a su manera: “¿En dónde?, digo, para ir”. En torno a Los fantasmas de las cosas por venir se encuentra un guión innovador que derrumba las fronteras de la buena escritura, donde cada palabra está puesta con tal precisión que no hay cabida para enumerar secuencias de relleno, cada línea es una secuencia en sí, y sus propios límites audiovisuales los marca la necesidad de su autora por encontrar repuestas. La propuesta aquí es que, cuando las haya, frena sin importar si estropeará el ritmo de la historia. Tiene esas agallas.
EN LA FOTO: Fabiola Ramos.
