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2010-09-02 00:00:00

Cinecrítica: El retrato de Dorian Gray

Por Déborah Farjí Núñez

Basada en la novela gótica del escritor Oscar Wilde, El Retrato de Dorian Gray (Inglaterra, 2009) relata la historia de un joven bello e inocente que llega al Londres de finales del siglo XIX para mudarse a la casa que ha heredado. Al conocer al pintor Basil Hallward, éste queda impresionado por su semblante y le realiza un retrato. A través del artista, Dorian conoce a Lord Henry Wotton, quien se jacta al decir que lo único que vale la pena en la vida es la belleza, así como la satisfacción inmediata de los sentidos. Sin más, el mancebo se deja seducir por tal pensamiento y por el deseo de conservarse eternamente como luce en su cuadro. Así, el anhelo se cumple: el chico mantiene su apariencia y el retrato los efectos de sus actos.   

Oliver Parker (Un marido ideal, 1999) dirige esta cinta dejando en claro que, o bien asume que el espectador conoce la novela o le tiene muy sin cuidado que su historia sea incoherente y no se cuente con el paso de las escenas. Simplemente, nos presenta episodios que se sienten fragmentados y que, al dar por hecho que se conectan, pretenden contar una historia. Si bien la obra literaria pudiera considerarse de dominio público, ello no significa olvidarse del contenido de lo que se filma. Una cosa es tener como base un texto célebre y una muy distinta realizar un guión cinematográfico pasivo, ambiguo y chapucero.  

En contraste, el diseño de producción, la fotografía y la banda sonora recrean ese mundo de terror en el que se desarrolla la trama. El director de fotografía Roger Pratt (Harry Potter y el cáliz de fuego, 2005) realiza un trabajo sumamente delicado, de luz y sombra, que remite a la técnica pictórica de Rembrandt. Los efectos visuales –un tanto fantasmagóricos- aportan contenido y refuerzan los momentos cruciales. Asimismo, la edición de sonido juega un papel oportuno al contribuir con los diferentes planos de ambientes, efectos y música al clímax del filme. 

A su vez, en un rol muy distinto a lo hecho anteriormente, el actor Colin Firth (El Diario de Bridget Jones, 2001) da vida a Lord Henry, un hombre sin escrúpulos ni vergüenza, que dice vivir al día y busca que Dorian (Ben Barnes, Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian, 2008) haga lo propio, aquello que él mismo no se atreve. No obstante su breve carrera actoral, Barnes le brinda un carácter oscuro y perverso a un Dorian que pierde su alma y conforme pasa el tiempo ya no puede recuperarla. 

Sin embargo, es una lástima que una película se sostenga sólo por sus atributos técnicos. Si bien el cine puede brindar a muchos, lo que no tantos disfrutan con la lectura, es pertinente que el séptimo arte se asiente sobre los fundamentos que así lo nombran. Y es que, un director se considera un verdadero autor cuando construye una narrativa a través del montaje, haciendo de éste una manifestación artística.

El Retrato De Dorian (Dorian Gray)
Género: Drama, Thriller Nacionalidad: Reino Unido Año: 2009 Director : Oliver Parker Guión: Toby Finlay Reparto: Ben Barnes, Colin Firth, Rebecca Hall, Ben Chaplin, Emilia Fox, Rachel Hurd-Wood, Fiona Shaw, Maryam D’Abo, Pip Torrens, Douglas Henshall, Caroline Goodall, Michael Culkin, Johnny Harris, Max Irons 

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