Cannes 2015: «El hijo de Saul», descenso al infierno nazi
Por Jean-Pierre García
Desde Cannes
"El hijo de Saul" (Saul Fia / Son Of Saul) es la propuesta de László Nemes, joven director húngaro cuyo primer largometraje resulta ser un desafío casi imposible de manejar, pues se trata de la historia de un hombre que fue parte de los "Sonderkommando" en Auchwitz-Birkenau, es decir, gente judía forzada a trabajar para los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Aquel hombre, Saul, fue escogido como varios otros deportados para acompañar desde la bajada del tren a los grupos de judíos que iban a acabar sus vidas en las cámaras de gas ( y de ser quemados). Dirigir una película que hable de estas fabricas de cadáveres es terrible.
Andando en esto, somos muy atentos a tantas preguntas que, al inicio, es difícil entrar en la historia. Pero de modo rápido nos damos cuenta que el director escogió un tipo de escritura original (algo como un "dogma" según lo que dice el proprio director) : filmar en blanco y negro, con material argentico de 35 mm, usar siembre el mismo foco de 40mm y no el scope. Todo esto para mantener a los personajes en el centro de la mirada. Así nunca la película sale " linda", nunca parece atractiva, tampoco se vincula con un cine de genero que en este caso sería un cine de horror.
La película está casi siempre enfocada en el personaje de Saul, uno de los Sonderkommandos que descubre que un niño que viene de sacar de la cámara de gas es (o se le parece) a su propio hijo. Toda su vida se transforma en aquel momento, ya no piensa en sobrevivir y sobrevivir en este infierno significa conseguir un poco mas de comida, un poco de oro para pagar a los guardias nazis y escapar a los castigos violentos y permanentes. Saul se vuelve loco buscando a un rabí que diga los rezos rituales durante el entierro de su hijo. Lo que implica también que pueda conseguir que el cadáver escape al horno para ser llevado en tierra. El combate, pues es un verdadero combate personal en que se empeña Saul, para robar y esconder el cuerpo de este niño es una verdadera pesadilla.
En este mundo nazi, el espectador de tal pelicula se siente como ahogado y oprimido de modo permanente. De modo inoxerable, entramos en el infierno pues estas imágenes no se puden olvidar.
A pesar de todo ciertos de los presos tratan de armar un grupo de resistencia (lo que occurio una vez en la realidad de Auschwitz). Pero el personaje de Saul casi se niega a esto, solo se mantiene de pie (de modo simbólico) llevándose el cadáver lejos de los nazis para tratar de enterrarlo.
La película plantea varias preguntas de ética cinematográfica: filmar o no filmar (en cine de ficción) el universo de los campos de concentración, campos de la muerte como se dice en Europa. ¿Cuáles son los limites de la representación cinematográfica? Pienso personalmente que el director consiguió una historia y un guión respetuoso de la memoria de las víctimas del genocidio, respetuoso de la ética del cine. Y esto a pesar de lo terrible de tal situación.
Me parece que también tuvo que pensarlo bien Thierry fremaux, delegado artístico del Festival de Cannes. Escoger este tipo de propuesta para la Gran Fiesta del Cine es algo muy valiente. ¡Y que se tiene que apoyar!
CRÉDITOS
László NEMES - Director
László NEMES - Guión/ Diálogos
Mátyás ERDÉLY - Director de fotografía
Clara ROYER - Guión/ Diálogos
Tamás ZÁNYI - Sonido
Matthieu TAPONIER - Montaje
László RAJK - Decorado
Laszlo MELIS - Música
ACTORES
Géza RÖHRIG - Saul Ausländer
Levente MOLNÁR - Ábrahám
Urs RECHN - Oberkapo Biederman
Todd CHARMONT - Bearded man
Marcin CZARNIK - Feigenbaum
Jerzy WALCZAK - Sonderkommando Rabbi
Sándor ZSÓTÉR - Doctor
Uwe LAUER - SS Voss
Christian HARTING - SS Busch
István PION - Katz
