Cannes 2023: «Perdidos en la noche», Amat Escalante y Ester Expósito pasan la prueba del público
Un pequeño pueblo minero en el centro de México, un lugar seco con piedras quemadas por el sol, donde lo importante es sobrevivir. Una maestra, activista ecologista, trata de impedir que una compañía canadiense se establezca y vaya en contra del bienestar de la gente. Sin embargo, la necesidad de ganar dinero para la supervivencia de sus familiares obliga a los campesinos a quedarse callados y aceptar lo que se les ofrece. Una noche, la maestra y cuatro de sus amigos desaparecen.
Cinco años después, Emiliano, hijo de la maestra, continúa buscando el cuerpo de su madre. Esta referencia a los maestros desaparecidos en 2014, resuena profundamente en los mexicanos. Sin embargo, se aborda de manera sutil, más como un recordatorio de "nunca olvidaremos" que como una denuncia radical.
Muy cerca de este pueblo se celebra una gran fiesta al aire libre, como un pequeño Woodstock local. La gente bebe y baila como si nada hubiera pasado en esos lugares. Esta introducción muestra el choque que experimentan los campesinos. El lugar pertenece a la familia Aldama, un famoso artista, escultor de moda, casado con una estrella de telenovelas. Emiliano se acerca a esta familia porque ha obtenido información sospechosa y busca finalmente hacer justicia por su madre.
Así comienza "Perdidos en la Noche", un nuevo formalismo en el cine de Amat Escalante. Se adentra de cierta manera en el género cinematográfico (¿Cine negro o thriller?) que se acerca a la realidad de México hoy en día. La vida es difícil para la gente pobre, los policías son muy violentos y corruptos al mismo tiempo, nada nuevo en este caso. Sin embargo, Amat Escalante juega con las formas del género y añade temas ecológicos y sociales.
Un ejemplo: de manera sutil, el director nos muestra la mano izquierda de Emiliano temblando compulsivamente como si tuviera Parkinson, a los veinte años. Él le dice a sus amigos que esto ocurre porque vive cerca de la mina. La película no trata específicamente sobre enfermedades laborales o contaminación, pero el director nos recuerda hechos graves sin insistir demasiado. Lo hace también frente a la violencia, tanto la de los policías durante un arresto, como la de los jóvenes del pueblo cuando una pandilla vecina mata accidentalmente a una niña de seis años y cuando se arman para llevar a cabo su propia venganza.
En el proceso de búsqueda de Emiliano (más que en una investigación policial), descubrimos poco a poco las raíces del mal. Los terratenientes ricos, ya sean mexicanos o canadienses, son los responsables de estas desapariciones, eso está claro. Saber quién dio la orden de matar y ocultar los cuerpos de estas personas es de vital importancia tanto para los familiares como para la justicia en sí.
Los actores se apropian de sus personajes con gran fuerza. Desempeñan su papel manteniendo bien guardados los secretos de esta historia para darle energía a este film noir contemporáneo. La femme fatale no viste de negro, pero es una actriz con experiencia. El villano no es tan malo como parece.
Y los inocentes sobreviven en la película, ¿pero por cuántos días más?
