Perfil
En 1930 debutó en el Teatro Orientación de Bellas Artes como director escénico; fue parte del grupo que fundó el Teatro de la Universidad y el Teatro de los Trabajadores; posteriormente se relacionó con el mundo cinematográfico y tuvo oportunidad de participar en la película Redes, en 1934, la cual iba a codirigir con el austriaco Fred Zinnemann.
Posteriormente realizó algunos trabajos como argumentista y finalmente debutó en la industria como director con la comedia ¡Ay, qué tiempos, señor don Simón! (1941), cuyo éxito le reculó fama y fortuna. De este momento prolífico destacan las producciones Historia de un gran amor y La Virgen que forjó una patria (ambas de 1942) así como los dramas Distinto amanecer (1943), considerada por algunos críticos como la mejor obra del cine mexicano de todos los tiempos, y Crepúsculo (1944).
En la década de los cincuenta experimentó con varios géneros y es en 1960 cuando concibe La sombra del caudillo, versión homónima de la novela de Martín Luis Guzmán y que mantuvieron enlatada por treinta años. Al final de su carrera dirigió varios melodramas y versiones extraordinarias sobre las vidas de José María Morelos y Pavón y el muralista José Clemente Orozco.