Seduce Nosferatu a mexicanos
Por Leticia Carrillo
El ciclo dedicado al cineasta alemán Friedrich Murnau realizado en la Cineteca Nacional dentro del 6º Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México ha sido todo éxito. Así lo reportó la propia institución a través de un boletín.
En el mismo se detalla que en el par de funciones de la película Nosferatu, una sinfonía del horror (1921) realizadas en la sala Salvador Toscano registraron una afluencia de más de mil 100 personas.
Cabe destacar que la retrospectiva En primer plano: Friedrich Wilhelm Murnau se presentará hasta el próximo domingo primero de marzo. Dentro del ciclo se exhiben títulos como Amanecer (1927), Camino hacia la noche (1920), El castillo encantado (1923), El último de los hombres (1924), Fantasma (1922), Fausto (1925) La tierra en llamas (1921), Las finanzas del gran duque (1923), Tabú (1931) y Tartufo (1925).
Todas las películas se proyectan en 35 milímetros y son musicalizadas en vivo por la pianista Deborah Silberer, a excepción de Tabú que es la única cinta sonora del realizador, uno de los máximos representantes del expresionismo alemán en el cine.
Además, los asistentes a la Cineteca podrán apreciar una serie de fotogramas y carteles de películas del director.
Friedrich Wilhelm Murnau, nació el 28 de diciembre de 1888 en Bielefeld, Alemania y murió el 11 de marzo de 1931 en Hollywood, Estados Unidos. Hizo estudios de filosofía, historia del arte, música y literatura antes de ingresar a las artes escénicas y el cine. Entre 1919 y 1931 filmó veintiún películas, entre la que destaca El último, considerada como una de las mejores y más influyentes de la historia de la cinematografía mundial por su inclusión de la cámara subjetiva, en la que ella ésta hace las veces de los ojos del actor.
Maestro en la utilización de las luces , las sombras y la transparencias así como en la puesta en escena y los efectos especiales utilizados de manera armónica en historias realistas. También centró mucha de su atención en la psicología de los personajes, marcados casi siempre por el fatalismo,para comunicar con efectividad a través de las imágenes los más íntimas motivaciones de los mismos.
